Reflexiones de Medio Día (02-11-2012)
Hora:10.55pm
Hace
unos días mi esposa llego a la casa en compañía de nuestra hija y me comento de
forma muy jocosa, que la maestra de mi María Lucia organizo una actividad donde
esta le contaba una historia los niños debían estar con los ojos cerrados y
estos se imaginarían el episodio, pero mi hija fue la única que se quedo con
los ojos abiertos, pero fue descubierta y le pidieron que contara ella la fábula,
con la sorpresa que de forma muy espontanea y brillante comento la historia, yo le pregunte porque no
siguió las instrucciones y solo me dijo “ay Papi quería verle la cara a los demás”, cosas de niños.
Esta
situación me llevo a recordar una anécdota vivida por mi abuela y que ella me
conto cuando era niño, ella siendo muy niña se quedo sin padre, y su mamá como la llamábamos “May” en compañía de sus hermanos,
ella creció con muchas limitaciones económicas, en esta época lo llamaríamos extrema
pobreza, pero en ese periodo las personas se ayudaban mucho y la solidaridad de
la familia era un valor muy importante, y a ella le gustaba visitar a su abuela
paterna “Mamá Barbará” mujer alta , de tez blanca con el cabello negro y un carácter
imponente, esta señora la consentía con
dulces y golosinas, por supuesto con algún almuerzo y muchas cenas, yo pienso
ahora que también se acerco a su abuela para poder tener ese contacto físico que
significaba su fallecido padre.
Pero
todo este contexto, conllevo a tener que acompañar su abuela a la iglesia evangélica,
y ella lo practicaba con mucho gusto, en muchas oportunidades se tenía que orar
en silencio con los ojos cerrados y ella no lo realizaba, se quedaba con los
ojos abiertos igual que mi hija María Lucia, para verle la cara los
practicantes del culto y reírse, como ella mismo me lo dijo en su momento. “Mamá
Barbará” al poco tiempo falleció debido a un accidente cerebro vascular (ACV),
creo que fueron muchas pérdidas para una edad muy temprana, que a lo largo
moldearon lo fuerte de su carácter en los años por venir.
Mi
hija y mi abuela, una diferencia en casi unos ochenta años, pero con su misma ingenuidad
de la niñez.
Son
Reflexiones de Medio Día
Msc. Ronal
Julio Bravo Semprun
Twitter: @Rjbs71
Maracaibo/Edo.Zulia/Venezuela
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