Reflexiones de Medio Día
(28-11-2020)
Hora:
1.30 PM
Durante
mi época de estudiante en el liceo “Aurelio Beroes” de Maracaibo, conocí a una chica
llamada Gregoria, no tenía una gran belleza física , era una muchacha promedio
que quizás no se arreglaba mucho, pero lo compensaba siendo muy agradable, muy conversadora y muy
risueña, con el tiempo tuve la confianza de yo la llamaba “Goya” y no le
disgustaba.
Tenía
un detalle era una entusiasta “Testigo
de Jehova”, con la confianza llegaba el momento que empezaba hablar de “Jehova”,
que debo reconocer que fastidiaba, hasta generaba que la gente le sacara el
cuerpo, un día me comento porque ese fanatismo hacia la religión.
_
sabes Ronal, una prima hermana que yo quería mucho, fue violada y asesinada por
un delincuente llamado Pocaterra, lo único
que me dio consuelo fue Jehova y por eso hablo con tanta pasión de mi religión-
me dijo
Ángel
Alberto Pocaterra fue un fu psicópata, violador y asesino en serie, que en los
años 80 asesino a dos mujeres y ejecuto varias violaciones de mujeres , que fue
descubierto y llevado a la cárcel durante 30 años, pero gracias a una débil justicia
venezolana y por buena conducta salió a
los 22 años , en plenos años 2000 salió
a las calles de Maracaibo para seguir
con rutina de asaltos y horror.
No
queda duda que este tipo de delincuentes, después de estar en la cárcel de Sabaneta,
que es la Harvard de las Cárceles, lejos de estar reivindicarse y regenerarse, salió
con una actualización y mejores conocimientos
de delinquir.
En
el 2006 La mujeres en Maracaibo, no salían solas , hasta se corrió el rumor que
Pocaterra manejaba un carrito por puesto de sabaneta y que llego a violar a más
de una mujer, estando en una parada para tomar uno , varias mujeres me pidieron
que las acompañara, se organizaban para que siempre hubiera un hombre en dichos
carritos.
Un
dia las mujeres en un carrito por puesto, empezaron hablar de Pocaterra, el
chofer se parecía mucho a las fotos que circulaban en la ciudad y les dije :
_ Este señor que maneja no es Pocaterra pero se parece mucho-dije con mucha picardía,
pero viendo al chofer se parecía mucho al delincuente
_
Yo no soy Pocaterra- dijo el chofer a secas sin agregar nada mas pero con un tono misterioso
Era
tanta la paranoia que se había desatado
en la ciudad, que en el liceo le pusieron el seudónimo de “Pocaterra” a un profesor
que tenía la costumbre de ser muy
cariñoso con todas las féminas y en esa época hasta fue acusado en la dirección
y suspendido por varios meses por simplemente decirle a una profesora: “Gracias
mi amor”, me pareció que la gente estaba exagerando.
A
los días Pocaterra fue tomado preso en una población en Apure y traído a Maracaibo, donde fue ajusticiado en el
retén del Marite, fue golpeado, violado y asesinado por otros presos, le
cortaron la cabeza y con ella los presos
jugaron futbol.
De
“Goya” la seguí tratando y teníamos nuestras conversaciones en el liceo, después
con los años la vi en el frente a un comercio haciendo cantos de alabanzas y entregando
el libro de los testigos de Jehova.
“El
que a hierro mata no puede morir a sombrerazos”
Eso
me dijo mi abuela Olga cuando se supo de la muerte de este famoso pero
despiadado criminal, que nunca debió salir de la cárcel y que por segunda vez que sembró de terror a la ciudad de Maracaibo.