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viernes, 22 de noviembre de 2013

EL PADRE DE ROMÁN

Reflexiones de Medio Día (22-11-2013)
Hora:11.20pm



Román siempre vio así padre como un ser omnipotente, como un semi dios perfecto, que las pocas veces que lo veía, cuando era niño el momento más feliz de su vida era cuando su progenitor lo visitaba, no importaba el tiempo que había pasado, si le traía o no algún regalo, su presencia lo llenaba de mucha felicidad, y dejaba en segundo plano a sus tíos Jesús y  Vincent, que lo habían cuidado en compañía de su abuela Barbará. Nada llena más, que la presencia de papá en casa.

Pero el tomo un decisión quizás muy fuerte para su edad, irse a vivir con su padre que vivía en otra ciudad, ya no estarían sus tíos ni su abuela Barbará, y lo asumió con el amor de querer compartir más tiempo su padre, desde que llego a esa casa, se sintió en tercer plano, la esposa de su padre no lo quería ahí, sin importar que circunstancia, ella le hizo ver que no era bienvenido y que esa casa era de hijo,  Carlos Alberto el hermano menor de Román, bueno que podía esperar el llego a romper la tranquilidad de esa familia que lentamente le haría ver que no era parte de ella.

Román pasaba días sin comer, su madrastra no le daba comida, tenía que lavar su ropa, y tenia que soportar los comentarios despectivos de su pequeño hermano muy influenciados por su progenitora, pero lo que más le dolió fue la minúscula atención que le daba su padre, en la escuela fue una lucha por estudiar con hambre, sin libros, sin uniforme adecuado y de paso tener que ser testigos de la peleas que tenía su padre y su señora, que terminaban siempre con la cónyuge fuertemente golpeada.

El buscaba la forma de compartir con su padre, pero el lo rechazaba, lo gritaba , lo humillaba, y también lo agredió físicamente  en muchas oportunidades, sin ninguna razón y sin alguna causa aparente, pero lo que más le dolió, fue que su padre en una de sus borracheras simplemente le dijo ; “Mi padre no hizo nada por mí ,yo no tengo porque hacerlo por ti”, eso le dio a entender que en ese lugar solo terminaría de mala manera, y sin pedir permiso se fue de nuevo con su abuela, que lo volvió a recibir.

Desde ese momento el entendió que no tenia padre, que solo aprecia un nombre en la partida de nacimiento, que de vez en cuando se toparía con él en alguna reunión familiar, pero ya no  era ese ser grande que fue para él, se había desvanecido para salir un ser totalmente  desconocido.

El se puso una meta: Ser mejor padre para sus hijos…

(Tomado de mi novela “La Cofradía”)
  
Son Reflexiones de Medio Día
Msc. Ronal Julio Bravo Semprun
rjbs71@outlook.com

Twitter: @Reflexionesmd71

Maracaibo/Edo.Zulia/Venezuela