Reflexiones de Medio Día
(10-11-2020)
Hora:
1.50 PM
El hombre que no sabe sonreír, no debe abrir tienda-Proverbio Libanes
Cuando
estaba en el liceo, me hice amigo de un
joven llamado Martin, casi siempre nos veíamos al salir de clase, un día me pidió
que lo acompañara a la casa de otro
amigo, al parecer iba a llevarle unas barajitas de beisbol, al llegar me pareció llegar al Líbano, donde vi muchas
cosas del medio oriente y un mollejero de niños, todos con aspecto árabe.
Así
conocí a la familia Chavad, eran una
familia libanesa-colombiana, el señor Afiv que era un excelente cheff de comida árabe llego
a Venezuela hace años y se casó con la
señora Verónica de origen colombiana que se dedicó al hogar, formaron un hogar
en Maracaibo y los hijos llegaron uno tras del otro, para formar un hogar que
en apariencias era todo ejemplear.
Sus
Samir era el mayor tenía 14 años, Said tenía 13, Akram tenía 8 años, Sahira
tenía
6 años, Amira tenía 4 años, Samira tenía 2 años y Salin
que tenía meses de nacido, el señor Afiv
nunca estaba en casa y siempre nos recibía la señora Verónica, en la casa
tenían 2 perros, grandes y muy bellos, por alguna razón me lleve muy bien con Samir,
conversábamos mucho y le gustaba que lo visitara.
En
el periodo de vacaciones del año 1988 me fui a Barquisimeto, por orden de mi abuela
a pasar ese periodo con mi padre, de regreso Martin me informo que Samir había muerto,
no salía de asombro, tenía 14 años que pudo haber pasado.
Según
me comento Martin, Samir se había ahorcado, supuestamente haciéndole una broma
a Samara y a Salín, se puso un mecate en el cuello en el baño y en complicidad
con Said que se tardó en traer a los niños, al llegar lo encontraron muerto, al
parecer se había resbalado y lo encontraron muerto.
A
Samir nunca le vi acciones suicidas, era
muy risueño, quería ser ingeniero y siempre tenía un chiste al pie de la boca,
fue muy triste ver a la familia reunida para hacerle un rosario, ahí pude
conocer el señor Afiv, que a pesar de ser musulmán acepto que su primogénito fuera
enterrado en el ritual católico, religión que profesaba su esposa.
Said
que le seguía en el orden, asumió el papel de hermano mayor, cosa que no
deseaba, debo reconocer que él era propio pedante, que lentamente me alejo de
la familia y deje de ir, como podrían decir me desaparecí, hasta que un día me encontré
a la señora Verónica, en una casa, al parecer se habían mudado y me dijo que
volviera a visitarla.
_
¿sabes porque Said te tiene rabia?- me pregunto
_
No sé porque- le respondí
_
Tú nos recuerdas mucho a Samir, cosa que le molestaba a él, no dejes de venir,
nos acabamos de mudar aquí- señalándome el lugar, volví a visitarlos, cada
cierto tiempo iba, conversaba con los muchachos y escuchaba las historias de la
señora Verónica.
Estando
de visita descubrí, que el señor Afiv ya no trabaja como cheff, por su afición
al juego de cartas lo perdió y no pudo seguir pagando la casa y debieron entregarla,
la económia de hogar se puso en una espinosa situación y debió trabajar como
taxista para mantenerse a flote.
Martin
también seguía visitándolos, note que era muy cercano a la niña Amira, él tendría unos 16 años y ella 6 años, me pareció
que esa cercanía no era muy adecuada, pero según la señora verónica “son como
hermanos”, el tiempo me daría la razón.
Como
había entrado a la universidad, me dedique a estudiar, deje de visitarlos de
forma definitiva, en varias oportunidades vi al señor Afiv manejando su
camioneta como trasporte escolar en el día
y con un cartel de taxi en las noches.
Habían
pasado casi 10 años, ejercía la carrera docente en un liceo público, me toco un
día casi terminado la jornada de trabajo, una señora me pregunto:
_Disculpe
¿Dónde queda la dirección?
Cuando
me volteo para indicarle donde quedaba, me llevo la sorpresa que era la señora Verónica,
la habían citado por Salin, este cursaba primer año de bachillerato, tenía
problemas de conducta y de calificaciones, esta me saludo con mucho cariño, después
de que entrevisto con el director, hable un rato con ella.
Según
me comento solo Salin continuaba estudiando, el resto de los hijos debió
trabajar, porque el señor Afivhabia quedado cesante porque sufrió un accidente
de tránsito y quedando el carro destruido, debieron salir a ganarse el sustento
del hogar, Martin y Amira se habían casado, eso no me sorprendió, más bien creo
que era lo más conveniente a pesar de la diferencia de edad.
En
lo que pude ayude a Salin , con libros y hasta verificaba si había entrado a
clase y como se portaba, pero lamentablemente tenía un carácter muy explosivo,
pero a la larga tampoco termino el bachillerato y se fue a trabajar.
Años
después leyendo la prensa, en un caso que conmocionó a la ciudad de Maracaibo, me
lleve la sorpresa como Samira y Salin fueron asesinados por sicario en la
puerta de su casa, un mensajero llego con ramo de flores solicito a Samira que
al salir a la puerta fue baleada y su hermano que salió en su defensa se llevó
la misma suerte.
Se
supo que Samira se había practicado unas operaciones estéticas en su seños y en
su cuerpo, dejándola muy linda, esta se la había realizado un prestigioso
cirujano plástico de la ciudad, con el cual había iniciado una relación amorosa,
Samira le exigió que dejara a su esposa, pero no estaba dispuesto a dejar a su
esposa.
Así
fue como el doctor contrato a unos sicarios, pero al verse descubierto por los
investigadores policiales huyo de la ciudad y al mes se supo de su suicidio, lanzándose
de un 5 piso de un edificio en Caracas donde se había escondido.
La
familia sufrió en menos de 15 años la pérdida
de Samir, Samira y Salin, no me queda menor duda la señora Verónica y el señor
Afiv la vida los habia tratado de una forma despiadada.
El hombre no puede saltar fuera de su sombra-Proverbio Libanes
Son
Reflexiones de Medio Día
MSc.
Ronal Julio Bravo Semprun
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Santiago
de Chile/Comuna San Miguel/Chile
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