Reflexiones de Medio Día
(13-05-2016)
Hora:10.12 pm
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| ERNEST HEMINGWAY |
Cuando
tenía 11 años en la época de vacaciones escolares, se el daño el único televisor
que había en la casa, mi recordada abuela Olga, dijo que cuando se podría se
arreglaba el aparato, eso conllevo a pasar varia semanas sin el único entretenimiento
que tenía.
Mi
hermano por ser un adolescente, simplemente se fue a la calle con sus amigos,
mi abuela escuchaba su radio y se dormía temprano, pero yo deambula por el apartamento
sin hacer nada, en el sector la mayoría de los niños se habían ido de viaje y
no habían con quien jugar, las noches eran casi impensables con momentos de
mucho silencio.
Un
fin de semana, mi abuela que también se aburría pero no lo mencionaba, decidió
que visitáramos la casa de mi tío Yihcson, él tenía una gran biblioteca, con
muchos libros, novelas, enciclopedias y textos de muchos temas, debo reconocer
que ese tiempo, no veía como algo interesante la lectura.
-Ronal!
Mamá me dice que no tienen televisor, bueno toma este libro para que te
entretengas en las noches, pero me lo regresas al terminar- Dijo mi tío entregándome
ese libro , que cambiaría mi vida para siempre.
El
libro era la novela “Adiós a las Armas”, del escritor norteamericano Ernest Hemingway, ambientada en la primera guerra
mundial, que relátaba la historia de amor de un soldado norteamericano y una
enfermera, debo asumir que me cautivo de tal manera que la devore en 3 días.
Leí
cada una de la publicaciones de Hemingway como; “Por quien doblan las campañas”,
”El viejo y el Mar”, “Las Nieves del Klimanyaro” y “Fiesta”, descubrí las
delicias de la lectura, la motivación de
empezar a escribir mis primeros relatos y olvidarme de las críticas a mis
escritos.
Hemingway en cada obra me entrego, un sabor
de una narración diferente, con
personajes reales y un contexto envolvente. tuvo una vida muy azarosa,
se casó en 4 oportunidades, tuvo 3 hijos, viajo
por él mundo, fue un gran
escritor y periodista, voluntario durante la primera guerra mundial, ganador del
premio Nobel de Literatura y del Pulitzer, lamentablemente en 1961 se suicidio poniendo
fin a su vida y a los problemas que lo afectaban en ese momento.
Desde esa época, gracias a mi tío Yihcson,
me convertí en un lector voraz y ya el
televisor dejo de ser importante.
Son
Reflexiones de Medio Día
MSc.
Ronal Julio Bravo Semprun
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Maracaibo/Edo.Zulia/Venezuela
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