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viernes, 28 de octubre de 2016

LOS FANTASMAS DE MI PADRE

Reflexiones de Medio Día (28-10-2016)
Hora: 5.10 pm




Cuando tendría unos 12 años, mi abuela empezó a enviarme, en el periodo vacacional a visitar a padre, en la ciudad de Barquisimeto, debo reconocer que la estadía nunca fue la más placentera, mi padre siempre evidenciaba su fastidio por atenderme, sus mujeres de turno no me querían cerca y de paso tenía una dieta forzada, cuando regresaba a Maracaibo tenía entre 3 o 6 kilos menos.

Recuerdo que en el mes de agosto del año 1984, papá vivía inmueble alquilado, en un sector barquisimetano llamado Santa Isabel, era una casa relativamente grande, con tres cuartos, una sala comedor  y cocina, pero solo había un baño-regadera ,que estaba en el patio, fuera de la edificación.

No estaba bien arreglada, las paredes estaban muy deterioradas y la pintura casi imperceptible, no era un hogar, recuerdo la señora de turno de mi padre, no me servía comida, ponía la mesa primero comían mi padre, sus dos hijos y ella, que no eran mis hermanos.

Y después si quedaba algo mi padre me decía:

-Ronal ahí quedo comida, sírvete y lavas los platos…

En esa casa sucedían cosas raras, en las noches los platos se escuchaban como si algo los moviera, la nevera se abría, el radio de la cocina se prendía, mi padre negaba que pasara algo, siempre decía que eran gatos y las ratas que hacían eso.


Una noche estaba en el cuarto, viendo mi televisor marca HITACHI de perilla, que siempre me acompañaba a estos viajes  obligados, me estaba quedando dormido y el canal se cambió, abrí los ojos y vi una sombra que salía de la habitación, me asombre pero simplemente no dije nada.

Al año siguiente 1985, volví  a visitar  la capital del estado Lara, pero ahora en un sector rural llamado el Cují,  donde mi padre construyo su casa, que pretendía ser quinta de dos plantas, tres cuartos, sala, comedor, pero no estaba en condiciones de habitar. 

Se encontraba todavía en construcción, el piso era de cemento, no tenía ventanas, ni servicio eléctrico ,ni agua potable, había un cable que robaba la luz del poste de la avenida y daba electricidad a un enchufe para el televisor  y para un bombillo que alumbraba la casa, no había baños y las necesidades fisiológicas había que hacerlas en el monte, a merced de las culebras.  

Ya había cambiado de pareja, tenía una señora joven, que tenía un bebe que era de otro caballero, esta solo iba a la casa el fin de semana, parecía que el lugar le provocaba alergias al niño y le iba a lavar la ropa a mi papá, una relación temporal,pero de mutua ayuda.


El Cují era un lugar solitario, donde los burros de morían de soledad, una zona rural, de campesinos y de mucha ignorancia, con una triste evidencia de miseria, en las noches como yo le comente a mi padre:

-Aquí pueden matar a alguien y nadie lo va a echar de menos


En las noches, había fuertes golpes en las paredes, que llegaba el momento que no se podía dormir, primero sucedía en el cuarto de mi padre y a los días se concentró en el cuarto que tenía asignado, en la mañana  me levantaba , salía y recorría el alrededor de la casa a ver su veía algo que provocaba los golpes.

Una noche que estaba solo, casi siempre papá salía entre semana para ver a sus otras amigas, se olvidaba de mí y por supuesto de mi cena, eran como las 12 de la media noche, sentí muchos golpes que venían del techo, me asuste tanto que me tape la cabeza con la sabana, pero al rato me moleste y pegue un grito:

_¡Coño van a seguir! ¡NO JODA!

Y de manera automática, lo que fue dejo de golpear en el techo, en las siguientes noches los golpes regresaron al techo y las paredes, pero cesaban pero cuando les decía:

_Me voy a dormir, ¡YA!

Con los años supe, que en la casa de Santa Isabel, hace tiempo había fallecido una señora  y que supuestamente salía su fantasma, sentí y escuche muchas cosas  ahí, pero nunca la vi.



En la casa del Cují, investigué que esa zona rural, fue una hacienda en el comienzo del siglo XX y se cometieron muchos abusos por parte del antiguo caudillo que asesino a muchas personas por contradecirlo.


Estos periodos de vacacional, que no fueron de mi gusto, pero estos "fantasmas" me dieron oportunidad de distraerme y compartir un tiempo con mi padre.

Son Reflexiones de Medio Día
MSc. Ronal Julio Bravo Semprun
Twitter: @Reflexionesmd
Instagran: Reflexionesmd
Maracaibo/Edo.Zulia/Venezuela


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