Reflexiones de Medio Día
(20-10-2018)
Hora:
11.30 PM
Esta
popular canción del vallenato, que fue interpretado por el Cacique de la Junta
Diomedes Díaz y por puesto de moda a principios de los años 90 por Carlos
Vives, éxito que puso en el mapa musical a este cantante, que hoy lo tomo como
referencia para comentarles, como la juventud nos lleva a hacer locuras, que la
madures no nos permitirá realizar, ni en un millón de años.
Recuerdo
que mi amigo Juan Luis, conoció a una chica llamada Alejandrina, fans de Carlos
Vives y de su “Gota Fría”, era una joven muy bella, piel blanca, cabellera larga
rubia y de vez en cuando se la pintaba de rojo, fumaba como una loca, muy conversadora
y sobre todo le gustaba tener relaciones
sexuales, no tenía pudor ni pena, pareja que tenía, pareja que ella se
encargaba de hacer feliz, pero en la cama.
Alejandrina
_
A esas mujeres, hay que hacerles un altar, porque le matan el hambre a uno-decía
Juan Luis
En
esos 19 años, era muy complejo encontrar alguna linda joven, que se fijara en
pobretones y que viera nuestros bellos sentimientos, en vez de la comodidad que
deja un carro, buena billetera y sobre todo acompañados de elegantes regalos,
que doblegan cualquier resistencia al “amor sincero”.
_
Después de comerse el chocolate, deseamos comer también otro, pero en nueva
tienda- dijo Juan Luis en una noche de cervezas.
Pero
más allá del buen sexo que ofrecía
Alejandrina, solo quería dominarte, que salieras corriendo a tras de ella, como
cual perrito que necesitaba un hueso, que dejaba al personaje masculino de las “sobras
de grey” como el mismo pendejo, que en la vida real era sencillamente un tomento.
-Amigo
hay que salir corriendo- me dijo Juan Luis en otra noche de Cervezas frente al
edificio Cuchivero.
Ciertamente
muchos salimos corriendo; Davicito,
Jorgito, el doctor, Juan Luis y por supuesto yo, aunque según ella a todos nos botó,
porque no la satisfacíamos lo necesario, gracias a dios, es mejor que sea así,
porque si hubiera sido verdad más de uno ya llevaría más libros que las “sombras
de grey”.
_
Ese es Jorgito, también me lo comí-comentaba sin pena, parecía que coleccionaba
orgasmos
Años
después, yo había entrado en los 30 ,cada vez que visitaba a mi abuela en la zona
norte de Maracaibo, llegaba a un supermercado y me comía una empanaditas, pero
alguien me miraba con una cara de rabia, que me iba a matar, era un caballero
que andaba con dama de cabello rojo, cuando me fijo era Alejandrina, que dejo a
su galán de turno y me fue a saludar.
Me
dio un beso, me anoto su número en una servilleta y me insistió que la llamara
para hacer algo.
_
Caramba a tu amigo, se le va reventar los ojos, mejor te regresas-le comente
tratando de que se fuera a su lugar porque se iba a formar un problema.
No
me caí como condorito, porque estaba sentado, el marido con una cara de pocos
amigos, la llamo y ella se paró, lo tomo de las manos, para irse con pasos rápidos,
dirigió su mirada y me hizo la tradicional señal con las manos
que la llamara, que también puede ser tomada como una invitación para tener
sexo.
Cuando
la perdí de vista, rompí la servilleta, a los días me encontré con Juan Luis, la
sorpresa que también la había visto, a él también marido casi lo mata
con la mirada y ella también le entrego una nota, pero él no la rompió,
seguramente se distrajo unos días, ahora con el sabor del peligro.
Seguramente
ha seguido repartiendo su amor por el mundo
Son
Reflexiones de Medio Día
MSc.
Ronal Julio Bravo Semprun
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@Reflexionesmd
Instagran:
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Santiago
de Chile/Comuna San Miguel/Chile
NOTA:
SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL DE ESTE ARTÍCULO SIN LA AUTORIZACIÓN
DEL AUTOR
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