Reflexiones de Medio Día
(23-09-2019)
Hora:
7.30 PM
Cuando
llegamos a Chile, solo llegamos con nuestros equipajes, con algún dispositivo electrónico
como una lapto o celular, pero prácticamente con las maletas, ropa y muchas carencias de todo, que uno mira atrás
, lo que uno dejo, simplemente es de valiente dejar tu casa y tus cosas , para venirte
fácilmente sin nada.
La
gente en Santiago, sobre todo los que viven en condominios, tienden a dejar en el staf de la basura, cosas que están prácticamente en buen
estado, como unas zapatillas blancas
Nike y un carrito para hacer comprar en el supermercado o en las ferias.
Primeramente en el departamento de la prima de esposa con tres maletas, traídas de Venezuela, al irnos al que
pudimos arrendar, teníamos algo adicional,que era el carrito de super
mercado; full de cosas, como ropa que la gente había dejado.
Yo le comente a mi esposa:
Yo le comente a mi esposa:
_
¿Ruth de donde salió esto?
Llegamos
al departamento, era de una habitación, un baño, una salita y una cocina, solo teníamos una cama inflable, ahí dormíamos
todos; Maria Lucia, Ruth, Luna y yo, la primera noche, con la luz apagada,
miraba al techo, mire a los lados y me
dije a mis pensamientos:
“Esto
es fuerte, hace días estaba en Maracaibo y ahora estoy en Santiago”
Lo
que más lleno de fuerza fue ver como mi hija estudiaba y salía adelante en su nueva
escuela, porque si ella siendo una niña podía con este cambio, Ruth y yo podíamos
ser adelante a pesar de todo.
En
estos días logramos comprar la cama, pero que la trajeran a la casa costaba
algo más, por eso la compramos, entre Ruth y yo cargamos el colchón hasta el
departamento, que fueron casi 1000 metros, pero al buscar la otra parte un
paisano venezolano, que venía en un camión de carga de Nestlé, nos ofreció
darnos la mano y nos llevó lo restante.
Ese
es un ejemplo, como cada venezolano puede ser la diferencia en cada país, así
mismo, darle la mano a un paisano, sin prejuicio , olvidarnos de la famosa viveza criolla, que nos destruyo como pueblo y ser los buenos ciudadanos que alguna vez fuimos
Siento
que el efecto Santiago, no es la obsesión por encontrar cosas en calle en buen
estado, es la capacidad de seguir adelante, empezar de cero y darnos esa
capacidad de crecer.
Esa
noche nos acostamos alegres, después de varias semanas, volvimos a dormir en
una cama y yo sentía que empezábamos a prosperar.
Seguimos luchando
(Tomado
de mi libro “Ciudadano del Mundo”)
Son
Reflexiones de Medio Día
MSc.
Ronal Julio Bravo Semprun
Twitter:
@Reflexionesmd
Instagran:
@Reflexionesmd
Santiago
de Chile/Comuna San Miguel/Chile
NOTA:
SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL DE ESTE ARTÍCULO SIN LA AUTORIZACIÓN
DEL AUTOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario