Reflexiones de Medio Día
(22-11-2019)
Hora:
1.05 PM
En
la universidad conocí a mucha gente, esos casi 5 años fueron quizás los mejores
de mi vida, entre amigas, fiesta y actividades académicas fueron pasaron los
tiempos, cada uno de nosotros nos graduamos y salimos a la calle, a hacer
nuestra profesión que era ser docente, pero jamás pensamos que nos iba a tocar
salir del país a buscar otros horizontes.
En
esa época conocí a Nelson, una persona agradable, nunca lo vi molesto, siempre
andaba sonriente y con una broma a flor de piel, pero jamás le gustaban los
temas políticos, prefería irse a que Margarita a tomar unas cervecitas, si había
alguna protesta o saqueo frente a la salida de humanidades por Maicaito.
Se
dedicó a ejercer su pasión; la docencia de historia y geografía, se convirtió en
uno de los favoritos de los sus alumnos que disfrutaban y reían en sus clases, él
era un docente amigo y al mismo tiempo exigente, involucrado en la
escuela con su necesidades y virtudes.
Él
vivía en el conjunto residencial “Las Torres del Saladillo”, zona que se convirtió
en emblema de la protesta, la disidencia y la búsqueda por la libertad, a
Nelson que nunca le gusto involucrarse en la política, debió asumir su reto
frente a la historia, en apoyo a su vecinos y frente a la dictadura asesina de Nicolás
Maduro.
Así
fue, se involucró con la gente de Voluntad Popular, empezó a organizar a sus vecinos
frente a las protestas del 2014, 2016, 2017,
para las elecciones parlamentarias del 2015, que termino en un triunfo y que
provoco que las bandas armadas del antiguo alcalde y el ahora gobernador del estado Zulia Omar Prieto empezó
a perseguirlo políticamente y su familia se convierte en el blanco de amenazas.
Nelson
debió duramente entender que su familia corría peligro, su esposa y dos
hijos eran objetos de intimidación y de peligro, con el dolor de su alma, debieron
salir de su Maracaibo querido, practicante con lo básico, dejando a sus padres,
a su mascota, a su escuela y amigos, sin poder decir adiós.
Estando
en el estado de la Florida, en la ciudad de Orlando como todos los exiliados, debió
reinventarse, hacer trabajos que nunca hubiera pensado hacer, después de tener una
sólida formación universitaria, pero como él dice han sido trabajo dignos que
me han permitido seguir adelante.
El
y su familia tienen actualmente la categoría de asilado político por parte del
gobierno norteamericano, en estos años de exilio perdió a su hermana por un cáncer,
una linda y maravillosa mujer que sucumbió ante esta terrible enfermedad y por
la escases de medicamentos para realizar su tratamiento.
Su
mayor temor es que sus padres fallezcan y el este en el extranjero, en su
doloroso y duro exilio.
_Yo
deseo regresar a Venezuela, a contribuir a la reconstrucción
_Me
veo en aula de clases, ser parte de este
cambio, porque esto que vivimos se puede olvidar
_
Debemos fortalecer la enseñanza de la historia de Venezuela
_
Esto va a terminar y vamos a regresar a nuestra casa
Una
vida interrumpida con un exilio obligado, su mayor fortaleza ha sido tener a su
esposa e hijos este difícil trance.
-Ronal
vamos a regresar a una Venezuela Libre y
democrática, te aseguro que me volveré a tomar una regional en un juego de la Chinita
(Tomado
de mi libro “Ciudadano del Mundo”)
Son
Reflexiones de Medio Día
MSc.
Ronal Julio Bravo Semprun
Twitter:
@Reflexionesmd
Instagran:
@Reflexionesmd
Santiago
de Chile/Comuna San Miguel/Chile
NOTA:
SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL DE ESTE ARTÍCULO SIN LA AUTORIZACIÓN
DEL AUTOR
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