Reflexiones de Medio Día
(02-05-2020)
Hora: 5.10 pm
En
estos días de cuarentena, de aislamientos y de distanciamiento social, me recordé
de una historia que me paso en la universidad, en esa época que me divirtió mucho
por ser joven, sentirme que podía hacer de todo, como tener dos novias en
diferentes turnos y que nada podía pasar.
Jennifer
estaba en el turno de la tarde, estudiaba educación en preescolar, una morena linda,
muy sociable y muy recatada, nunca me dejaba pasar de un beso, siempre andaba cuidándose
del que dirán, que nadie la viera conmigo, porque ella decía que venía a
estudiar y no a tener novio, supuestamente
su madre la mataría, si se llegara a
enterar que andaba de brincona en la universidad.
En
el turno de la mañana andaba con Carolina, una rubia, muy lida, estudiaba
veterinaria, hasta la iba a visitar a su casa, a ella le gustaba experimentar en
lo íntimo, nunca decía que no, siempre dispuesta a un buen beso, un fuerte
abrazo y hasta darme una buena compañía en mí residencia de La Paragua, siempre
cuando mi abuela saliera, para tener el departamento a mi disposición.
Mi
amigo Juan Luis, siempre me decía que debía andar con cuidado porque me podía quedar
sin el chivo y sin el mecate, atreviéndome a perder la compañía sexual de Carolina por la mojigata de Jennifer que ni un
chupito me había dado.
Así
fue , un día tome la decisión y le dije a Jennifer:
_
Caramba Jennifer, no quiero continuar con esto, no veo que vamos a ningún lado.
_
Ronal, yo pensaba que íbamos bien, pero si tu no quieres esperar, ni darme mi
tiempo...
Y
salió corriendo, se veía que lloraba, verga qué coño de madre soy, sin
anestesia y con poco tacto dejo ir la
muchacha linda, decente y tierna que no
me lo da, por la muchacha calentona, que me tiene como muñeco sexual.
Esa
noche debía ir a visitar a Carolina, para hablar con ella y planificar el fin de semana para que me acompañara al apartamento y tener otro encuentro sexual, aprovechando
que me abuela se iba pasar unos días en Aruba con unos de mis tíos, pero que va.
Llego
a su casa , muy contento, Carolina se tardó
casi una hora en ir a verme, siempre salía inmediatamente a recibirme, cuando
la veo me levanto para besarla en los labios y la muy muergana me puso la
mejilla, muy distinta a los besos y
abrazos apasionados con los cuales me recibía siempre.
-Debo
decirte algo-me dijo sin decir hola y muy secante
_
¿Y qué pasa?- dije sorprendido
_
Ronal no eres tu soy yo, no quiero seguir contigo, hay alguien más con quien
deseo estar-me dijo secamente sin ninguna contemplación.
Efectivamente
me había cortado, lo mismo que yo le había hecho en la mañana a Jennifer, ahora
me lo había hecho Carolina, sin yo quererlo me había quedado en cuatro bloques.
Esa
noche le invite a Juan Luis unas cervezas y le conté lo que me había pasado y el
después de reírse simplemente me dijo:
_
Amigo para que no te quedes sin el chivo ni el mecate, sal corriendo a buscarla,
pídele perdón Jennifer- llevando se una
polarcita a la boca.
_
Dalo por hecho, esa caraja me ama
Así
fue el lunes fui a buscarla pero no la encontré, el martes tampoco, sus amigas no
la habían visto, el miércoles me dijeron que ella estaba viniendo en la mañana,
porque estaba haciendo un taller.
El
día jueves la busque en el turno de la mañana, si efectivamente la vi venir, me
sonreí por unos segundos, cuando veo que viene tomada de la mano con un joven
caballero, puse la cara de sorprendido y al mismo tiempo intrigado.
“Mi
Jennifer de la mano con otro carajo, mostrándose en público, ¿Qué está pasando?
”- pensé sin saber lo que estaba pasando
Los
veo llegar al auditorio, ella ni me mira, claro que va a querer mirarme, el
carajo la llevo al auditorio y se sentaron juntos, pasaron toda la mañana en el
taller, ni salieron al baño, ni pude hablar con ella, pero más que evidente que
ese novio era de siempre o tal vez en 5 días me habían sustituido.
A
ella nunca le gustaba exponer en público, por eso siempre mostro muy recatada
conmigo, pero quizás tenía un desde hace tiempo y yo solo era el noviecito de
la facultad, también podría ser que en 5 días me sustituyo y eso me demuestra
que no era ninguna ñoña.
Al
terminar la jornada académica, los vi desde la parada del bus, Jennifer y su
novio tomados de la mano y se veian muy felices.
_Yo
era el guebon-
_
La pendeja tenía novio y la brincona quería con otro, que verguero- dijo Juan
Luis mientras se tomaba una cerveza
Un
día le comente a mi amigo Juan Luis mientras nos tomábamos otras cervecitas Sonaba
la canción “Jardín Prohibido” de Alex Bueno:
La
vida es así, no la he inventado yo
Comí
del fruto prohibido, por un minuto de amor olvide, tu amor
La
vida es así, no la he inventado yo
Y
tú lo sabias mi amor, pero la vida es así
-La
Vida es así- murmure
Son
Reflexiones de Medio Día
MSc.
Ronal Julio Bravo Semprun
Twitter:
@Reflexionesmd
Instagran:
@Reflexionesmd
Maracaibo/Edo.Zulia/Venezuela
NOTA:
SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL DE ESTE ARTÍCULO SIN LA AUTORIZACIÓN
DEL AUTOR
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