Reflexiones de
Medio Día (04-01-2022)
Hora:
2.05 PM
Ciertamente
con la llegada de esta enfermedad a mi cuerpo, muchas cosas cambian, entre
ellas las ganas de comer, al quedarme sin gusto y olfato, las comidas no sabían
a nada, además el apetito se desaparece de forma gradual, hasta llega el momento
que solo te acompaña un muchos casos un vaso de agua en tu estómago.
Con
un malestar general no se quería comer nada, en primera instancia porque no había
fuerzas de preparar nada, en segunda instancia porque no sabía a nada y en
tercera instancia porque todo lo que se comía en menos de 10 minutos se iba al
baño, la diarrea hacía estragos, lo que completaba
el cuadro diario.
Un
día la jefa de esposa, nos envió una pizza con queso, jamón y salami acompañada
de una Coca-Cola, la cual nos alegró mucho y pensamos que nos que despertaría el
apetito, pero que va fue como comer una masa sin sabor y tomar agua, no sabían a
nada, se veían tan apetitoso pero el bicho simplemente destruyo el sabor.
Pasando
los días se notaba que habíamos bajado de peso, entre la falta de apetito y las
diarreas, yo había perdido en 10 días 7 kilos, pero a pesar de eso, no tenía
problemas respiratorios y seguía con vida, simplemente eran unos kilos que podría
recuperar.
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