Reflexiones de Medio Día (15-06-2018)
Hora: 6.30 PM
Cuando
estaba en la universidad, tuve una novia que estudiaba enfermería, Alicia era
muy risueña y alegre, debo reconocer que me gustaba mucho, muy conversadora y tenía
muchas amistades, en especial un carajo llamado Nelson, que era una especie de
confidente y que influía mucho en ella.
Yo
siempre he pensado, que ningún hombre puede ser el mejor amigo de una mujer, pero si eso
sucede este amigo, en muchos casos es una especie de mejor “amiga”, cosa que acontecía
con Nelson que con los gestos y la forma de hablar, evidenciaba que estaba en
el equipo equivocado.
Esta
mejor “amiga” de Alicia, a mí no me importaba que fuera, lo que me incomodaba
era se aparecía a cada rato en casa de mi novia, se podían conversar y yo
terminaba ignorado el resto de la noche, cuando yo simplemente quería pasar un
buen rato con Alicia.
Recuerdo
que una vez Alicia, me pidió que la
acompañara a una reunión en una iglesia evangélica, donde Nelson asistía y
practicaba esa creencia, si este carajo era evangélico, al llegar al sitio ,
fue como una reunión de locas haciendo cantos religiosos, me aguante casi 3
horas las risas y trate de mirar siempre a otro lugar, para disimular mi
incomodidad y no molestar a Alicia.
Un
día me dice Alicia, que la acompañara a elegir una franela para Nelson que cumplía año, al
principio no me gustaba la idea, pero accedí porque vi la posibilidad de
hacerle una maldad y por lo menos desquitarme los malos ratos que me hacía
pasar.
Le
recomendé la franela negra con unos diseños satánicos y le dije:
_
A mí me gustaría una así y a Nelson se
la va a gozar seguramente– con un ligero tono de sarcasmo
Paso
un mes desde esa compra y llego mi cumpleaños, Alicia me trajo una caja
debidamente adornada para regalo y me dijo:
_
Feliz cumpleaños amor- dándome un beso
Cuando
abrí la caja, que vaina la mía, la franela horrible que había escogido para Nelson, Alicia me había engañado
para que escogiera yo sin saber mi regalo de cumpleaños, que nunca me puse ni lucí
en público.
Con
los meses, Alicia empezó a comportase raramente conmigo y término la relación con
una frase que arranca de tallo cualquier sentimiento:
_
Conocí a alguien, no eres tú , soy yo, ya no te quiero- me dijo una noche que
la fui a visitar y que ni siquiera me dejo entrar a la casa, para prácticamente
cerrarme la puerta en la cara.
No
volví a saber de ella, no me quedaron ganas de volver a ver a Alicia, pero me
queda el recuerdo de una espantosa franela, que termine utilizándola para
limpiar zapatos.
Son
Reflexiones de Medio Día
MSc.
Ronal Julio Bravo Semprun
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@Reflexionesmd
Instagran:
@Reflexionesmd
Santiago
de Chile/Comuna San Miguel/Chile
NOTA:
SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL DE ESTE ARTÍCULO SIN LA AUTORIZACIÓN
DEL AUTOR
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