Reflexiones de Medio Día
(24-08-2019)
Hora:
4.40PM
Buscando
ganar algo de dinero el fin de semana, porque los llamados del supermercado
cada vez eran menos, logre ubicar un remplazo de un sábado y domingo en una panadería,
mi función seria cargar y descargar un furgón, iban a ser 10 horas de trabajo.
Un
paisano que conocía del supermercado, me pidió que lo sustituyera ese fin de
semana, al parecer iba a tomarse ese fin de semana para esperar, recibir y
atender a su esposa e hijos que llegaban de Venezuela, me pidió ese favor a
cambio de 20 mil pesos que me pagaría el domingo al terminar la jornada.
El
sábado labore de 8am a 6pm y el domingo de 2pm a 10pm, debo reconocer que desde
siempre que llego a un lugar de trabajo, trato de observar el lugar y las
personas, ser discreto y hacer mi trabajo rápidamente y de forma óptima, todo
acompañado de un: “si señor”.
Era
una panadería, que tenía su aérea de venta y también distribuía a otras panaderías
y minimarkers los diferentes tipos de
pan que hay en Chile, movía sacos de harina, cajas de productos, cargaba
estantes de pan ya listos, limpiaba el área de despacho.
Pocas
veces estuve en la área de atención al público, habían varias cámaras seguridad,
por turno había 5 venezolanas que atendían a los clientes: en caja, la cecinas,
en la promoción y venta de tortas, galletas y dulces, todas de la forma más
agradable posible, con una sonrisa a flor de piel, pero cuando sabían que
llegaban los dueños temblaban.
-Si
no vendemos las galletas, las tortas y lo dulces del día, nos las descuentas
del salario- me comento una Margariteña que era médico pediatra, que soñaba con
ejercer en Chile.
Note
que la dueña le gritaba y maltrata de forma grosera a las venezolanas, pero los
empleados chilenos no lo hacían.
_
Ella se pone así con ustedes porque son extranjeros y sin papeles, porque si lo
hace con nosotros la denunciamos en la inspectoría y le viene multa y hasta
cargos penales- me dijo un señor Chileno muy amable, que era el panadero en
jefe y quien era que me daba las órdenes a seguir.
Conmigo
nunca me dijo nada, más bien creo que era invisible para ella, pero fui testigo
el día domingo ya casi las 6 pm, un hecho denigrante, como vapuleo verbalmente
y grito fuertemente a una señora
maracucha, para que limpiara una área de donde estaban las galletas que saldrían
al mostrador.
Los
gritos eran tan fuertes, que se escuchaban en la área de atención al público, sentí
mucha pena y rabia, ver como esta dueña
en un arranque de rabia le tiro al piso varias cosas y le exigía sin ningún respeto
que limpiara, que se tirara al piso y que fuera rápido.
Supe
que esta maracucha, hasta ese día trabajo, con mucha dignidad termino la
jornada y fue hasta la gerente del día le notifico que no iba a continuar, esta trato de hacerla cambiar de
parecer.
_
Entiende que ella está mal, esta prácticamente en quiebra, tiene deudas de
juegos de millones- le dijo
_
Que verga es esa, yo tengo necesidad de trabajar, pero también exijo respeto,
soy un ser humano-dijo la maracucha muy molesta
Supe
que a los días les pagaron su salario mensual.
Yo
termine mi remplazo, mi amigo me pago los 20 mil pesos y el lunes regrese a mi
trabajo de copero en el restaurante.
Sigo
luchando
(Tomado
de mi libro “Ciudadano del Mundo”)
Son
Reflexiones de Medio Día
MSc.
Ronal Julio Bravo Semprun
Twitter:
@Reflexionesmd
Instagran:
@Reflexionesmd
Santiago
de Chile/Comuna San Miguel/Chile
NOTA:
SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL DE ESTE ARTÍCULO SIN LA AUTORIZACIÓN
DEL AUTOR
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