Reflexiones de Medio Día
(17-10-2019)
Hora:
2.10 PM
Me
dedique en una página llamada Yapo, a buscar empleo y postular, me llamaron de
una administradora, para trabajar en un mes de prueba como conserje, con algún desempeño
positivo podría quedar con algún contrato por un año, era mi oportunidad de
empezar a cotizar la AFP y la Fonasa.
Efectivamente
empecé a trabajar, en un edificio en la comuna de independencia, tenía un horario
de 7 am a 3pm, compartía turno con Cristian un señor chileno contemporáneo
conmigo que vivió en Venezuela desde 2 años y había regresado hace 4 años a la
tierra de sus orígenes, pero según él era un venezolano más.
Desde
el primer día, fui muy dispuesto a atender a los residentes, muy activo para
enfrentar las dificultades y la mente abierta para escuchar y aprender, trate
de mil mañeras poderme llevar bien con Cristian, porque a fin de cuantas uno
necesita trabajar, desde el primer día no fue así.
Él
se hacía llamar conserje jefe, bueno por ser el que tenía más experiencia no
tuve problemas con eso, pero era un abusador con todos, a las 3 señoras Haitianas
que eran las asistentes de limpieza y
con la mayoría de los residentes eran maltratados verbalmente por este señor, mucha
gente buscaba hablar conmigo porque se evidenciaba su déspota forma de ser.
Siempre
llegaba temprano, tomaba el libro de anotaciones y empezaba la jornada, para
que fue eso, se molestó hasta me llamo abusador, según este libro era de su uso
exclusivo por ser el más antiguo, lo que me pareció fue que sencillamente de
esa forma manipular su llegada tarde y poder maquillarla para aparecer como
puntual.
El
súper conserje se la pasaba sentado en la silla, lo que hacía era mandarme a mí
a archivar correspondencia, a realizar las rondas , al mismo tiempo se iba
temprano , si pasaba algo era mi culpa, un día hasta me acuso de dejar el baño
sucio, cuando cada vez que lo utilizaba siempre lo limpiaba y lo dejaba mejor
que como lo había encontrado.
El
en varias oportunidades, dejaba la conserjería para salir a comprar su desayuno
y al regresar siempre llegaba regañando a todo el mundo, un día que hizo eso
por no traer comida, yo estaba atendiendo el citofono y no pude abrir la puerta
a un residente que estaba saliendo en su automóvil y vino a gritarme.
_
¡que pasa! hay que abrir la puerta- levantando la voz y golpeando la ventana de
la conserjería
_
¡ Epa compañero! A mí no levante la voz, no puedo responder el citofono y abrir
puertas, vamos a tener un problema.
_Yo
si lo hago- me dijo con voz de sobrado
_
yo puedo tener necesidad de trabajo, pero te voy aguantar gritos, ya me voy a
quejar con la administradora y tú a mí me respetas porque si no vas a tenerla
peor.
_
tú no sabes el trabajo- me respondió
_
Si cuidao no el súper conserje, tú tienes fallas, maltratas a las señoras haitianas
y los residentes, dejas botado tu puesto de trabajo y de paso no haces nada yo
todo lo hago yo- le recrimine
Pase
la novedad a la administradora y a los 2 días me notificó que al terminar el mes
no me iban a necesitar y mi último día el súper
conserje me dijo:
_
Don Ronal este es su último, le deseo suerte de ahora en adelante.
_
No la buena suerte es para ti, tú la necesitas, yo no, yo vivo de realidades, además
tu eres un ser insignificante que necesita este trabajo, porque tú de perderlo
te va costar conseguir.
Efectivamente
termine mi último día, salí del edificio, camine una calles, estaba muy
pensativo, muchas ideas llegaron y me sono el celular.
_
Alo Buenas tardes-respondi
_Buenas
tardes, ¿hablo con Don Ronal Bravo? – me respondio una voz femenina
_
Si efectivamente, dígame
_
¿podrías venir a una entrevista?, para realizar un remplazo de conserje
_
Si claro
Estar
en Chile me ha enseñado que dios nunca te abandona.
Seguimos
en la lucha
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