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jueves, 17 de septiembre de 2020

MIS PRIMEROS DÍAS

Reflexiones de Medio Día (17-09-2020)

Hora: 4.10 pm

 


Tenía veintiún años con un título de Licenciado en Educación debajo del brazo, ya había conseguido trabajo en un prestigioso colegio privado de la ciudad, era un compromiso de alto quilate por primera vez iba a ejercer mi profesión, tenía un gran caudal de expectativas conocimientos herramientas y sobre todo muchas ganas de hacerlo bien.

 

“Aportar mi granito de arena en la formación de todos los jóvenes”-pensé, pero  este pensamiento era como una respuesta ´para ganar el Mis Venezuela.

 

En el año 1994, me tocó trabajar con jóvenes entre los 12 y los 16 años, grupos muy difíciles, muchachos de familias bien acomodadas, con buenos ingresos económicos, mi primer año de trabajo en medio de la perspectiva,  esta sería mi vida profesional.

 

“Uno sale de la universidad, pensando que hay que cambiar el paradigma  y en que la dicotomía  alumnos/profesores pueden ser amigos”-  que equivocado estaba

 

En cada aula de clases, me encontré con un  alumno extraordinario, el resto era una jungla; son alumnos regulares, algunos buenos estudiantes voluntariosos respetuosos, pero al mismo tiempo me encontré con estudiantes falta de respeto que por cierto eran la mayoría, sin una pizca de querer aprender simplemente quería probar y ya .

 

“Que me iban a ver  para siempre como un ciudadano 

de tercera”-pensé

 

 -Yo le pago  su salario- iba a ser una frase qué me va a acompañar por mucho tiempo.

 

Tiberio Enrique, era un estudiante de unos 14  o 15 años, que desde el primer momento que entre al aula de clase, asumió una conducta retadora, nunca de acuerdo con lo que se trabajaba en el aula, como querer imponerse a mis norma;

 

_Usted me raspo porque le dio la gana-fue lo que me dice cuando le entregue un examen reprobado, frase que también me iba a acompañar para siempre y repetida por miles.

 

Pero cómo iba a probar , descubrí que este tipo de estudiantes, se pasan clase  mirando una muchacha muy bonita de la clase, más de una vez durante mis explicaciones se  duermen, además sin estudiar en su casa es una simplemente una tarea imposible.

 

Siendo mi primera experiencia consulte con algunos veteranos del plantel la mayoría me recomendó;

 

-Habla con su representante, infórmale que está saliendo mal, pero antes de eso habla con él, invítalo a mejorar, siempre buscando la forma.

 

Así lo hice me acerqué a conversar de manera amistosa, con la sorpresa que me levanta la voz que me dice de manera presumida y sin ningún rastro de respecto:

 

-Usted lo raspó, porque le dio la gana, usted no sirve, métase el examen por el culo- debo reconocer, que me sorprendió bastante su actitud violenta, no quedó más remedio romper la conversación, buscar la  documentación para llamar al representante.

 

La representante vino puntualmente al día siguiente, pero con 4 piedras en la mano, recuerdo que me senté a conversar con ella de manera amistosa y tratar de explicar los objetivos que buscaba yo con el salón, al mismo tiempo con la sorpresa me llevé, a su respuesta agresivo violenta muy fuera de contexto y sobre todo quitándole mi rol de docente y minimizando como persona.

 

 -Usted lo reprobó porque le dio la gana, usted no da clases, usted maltrata a los muchachos, usted no sabe lo que está diciendo, métase el examen por el culo-

 

Recuerdo que el director del plantel que me había contratado debió de salir en mi auxilio, me apoyo y la puso en su sitio, debo de asumir que esta circunstancia, no me la enseñaron en la universidad, ni me prepararon para enfrentarla.

 

Todo lo que yo pensaba sobre los representantes y cómo íbamos a trabajar de mano a mano, para buscar la mejor formación de los alumnos, se derrumbó ese día entendí que los alumnos en la mayoría de las cosas me verían como su enemigo y los representantes me tomarían como un obstáculo para el cumplimiento de sus metas.

 

-Profe va a estar aquí, para atender unos miserables, que no lo respetan ni valoran su trabajo, hago como los demás, que no le importe-un joven que estaba en el mismo salón, que supo del incidente me dijo

 

A pesar de las circunstancias no me acobarde y me sirvió de motivación para venir al día siguiente  

 

(Tomado de mi Libro Digital: “Historias de un Salón de Clases”)          


Son Reflexiones de Medio Día
MSc. Ronal Julio Bravo Semprun
Twitter: @Reflexionesmd
Instagran: @Reflexionesmd
Maracaibo/Edo.Zulia/Venezuela

 

NOTA: SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL DE ESTE ARTÍCULO SIN LA AUTORIZACIÓN DEL AUTOR

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