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viernes, 15 de septiembre de 2017

FORD MUSTANG

Reflexiones de Medio Día (15-09-2017)
Hora: 11.10 pm





Cuando tenía como 11 años, fui a pasar un periodo vacacional con mi padre en Barquisimeto, no me gustaba ir, la pasaba muy mal, no me llevaba bien con la esposa de turno, pasaba mucha hambre y sobre todo las constantes críticas de mi padre, porque no sabía cosas de carros y además cuestionaba mi afición a la lectura.

En esa época mi padre trabajaba, en un taller de latonería y pintura, un día se le metió en la cabeza llevarme al taller, para que aprendiera, bueno la idea me asusto, porque me no sabía nada de eso, pero al mismo tiempo me gusto, iba hacer cosas con mi padre, bueno fue uno de los peores momentos de vida, debo reconocer que tuve ganas de salir corriendo.



Como no sabía nada, aguante gritos, improperios y sobre todo burlas, porque no sabía lijar una carrocería y no tenía fuerza para cargar un caucho, además permitió que sus compañeros de trabajo también se burlaban de mí en su presencia  y nunca dijo nada.


A los días se apareció con un Ford Mustang, muy bonito, de color rojo, parecía un carro de carreras, como los que se pueden ver en Nascar, ese día me monte en el asiento, sin tocar nada y me imagine que era un corredor de autos, al estilo Johnny Ceccoto, pero con tan mala suerte, que me vio mi padre y me dio un regaño por estar ahí, que lo podía dañar.




Al día siguiente, mi padre se lo iba a llevar de nuevo al taller, pero al parecer, la palanca de las velocidades se tranco y no pudo sacar el carro, bueno para que fue eso, al parecer fui yo, me acusaron de ese “delito”, me grito  ,hasta me golpeo y yo sé que no toque nada, simplemente me senté en el lugar del piloto.

Su señora lo apoyo, hasta se le escucho “dale su coñazo”, claro no me dejo decir nada, era evidente, que yo aunque no había hecho nada, era el culpable de muchas cosas, pero cada día me hacía responsable de haber ido a visitarlo.




Esta casa, donde vivía mi padre, tenía la particularidad, que era una vivienda que tenía 3 entradas independientes, el patio y el estacionamiento era común para las 3 familias, eso quería decir que cualquiera podía haberse sentado en el carro y haberlo dañado.


Efectivamente a los días, mi padre trajo un mecánico para que le arreglara lo que había “estropeado” y se llevó la sorpresa que uno de los niños del vecino, estaba dentro de su Ford Mustang, manipulando el volante y la ya dañada la palanca de velocidades.





No le dijo nada, simplemente lo invito a salir del carro, a los días supe que ese vecino era una especie de casero y mi padre le debía el alquiler, era más fácil culparme a mí que al otro niño.

Papá reparo el Ford Mustang, lo utilizo por un tiempo y después lo vendió, esa situación de la palanca dañada se olvido , a pesar que era evidente que este niño era el que había sido.


Llego el mes de septiembre, con eso el fin de las vacaciones y regresaba a mi hogar.


Son Reflexiones de Medio Día
MSc. Ronal Julio Bravo Semprun
Twitter: @Reflexionesmd
Instagran: Reflexionesmd
Maracaibo/Edo.Zulia/Venezuela


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