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miércoles, 9 de enero de 2019

LA DECISIÓN


Reflexiones de Medio Día (09-01-2019)

Hora: 10.30 PM




Emigrar no es fácil, sin importar lo convencido que uno pueda estar, esta época el venezolano ha asumido esta nueva conducta, situación totalmente ajena a nuestra historia,  porque nosotros solo salíamos de Venezuela para conocer, para hacer turismo y gastar dólares, pero ver un emigrante venezolano era casi imposible.

La llegada a  la poder de Hugo Chávez, cambio para mal lo que significaba ser venezolano, de ser una país de abundancia y ser la tierra prometida de los emigrantes del mundo, donde países como Perú, Chile, Ecuador y Colombia soñaban con ser como nosotros y tener el país que alguna vez llegamos a ser.

Gracias a una ideología errada, Venezuela fue destruida, el binomio perverso de Hugo Chávez y después Nicolás Maduro, llegamos a convertirnos en el hazme reír del mundo; donde la gente se pelea por un paquete de harina o un pollo, donde la gente se muere por falta de medicinas y donde pareciera que lo más básico para vivir desaparece.

Con grande raciones de “patria”, la falta de servicios de electricidad, de agua, de internet, de transporte, así mismo, la negación de la libertad de expresión, los altos niveles de delincuencia, la incontrolable inflación,  todo esto llevado por una dictadura incompetente, asesina y abusiva.

Cada día era embarazoso vivir en Venezuela, tenía que ir a mi trabajo, pero sin transporte, sin dinero en efectivo, tomaba grandes caminata de horas, muchas veces me pregunte: ¿vale la pena?, sencillamente no.

Un día me dije:

_ tengo que irme, debo sacar a mi familia de Venezuela

Pero no es fácil, mi esposa no estaba muy entusiasmada con la idea, claro después de tener nuestra casa, con trabajos estables pero que no nos permitían  satisfacer nuestras necesidades y que diariamente era una lucha para poder sobrevivir, siento que ella sabía que el país iba mal, que no era un lugar para criar y ver crecer a nuestra hija María Lucia, hasta entendía  que tarde o temprano se debía asumir esta decisión.

En más de una ocasión:

_ Mi amor ¿y si nos vamos a Canadá?

_ Ruth ¿y si vamos a Perú?

_ Mi reina ¿y no te gustaría Chile?

Siempre me toreaba, me mandaba a averiguar, pero nunca daba el paso, ni tampoco visualizaba la posibilidad, más de una vez cuando ella llegaba cansada de alguna ración de patria , yo le respondía :

_Mami disfruta la patria-con todo el sarcasmo posible

Hasta que un día, en las sangrientas guarimbas (protestas) del 2017, la guardia nacional y los colectivos del régimen, atacaron con disparos en los edificios donde vivíamos y una bomba golpeo nuestra ventana, generando momentos de miedo, crisis y temor.

Mi hija lloraba y decía:

_No quiero morir como Ana Frank- ella recientemente había leído el libro de este personaje que murió durante la segunda guerra mundial

Eran tantos  y tan cercanos los disparos, que  nos tiramos al piso, mi esposa abrazaba a mi hija y  yo sujetaba a nuestra perrita, nos juntamos y temeros, nos arrastramos hasta un lugar cerca de una salita que no había ventanas, ahí nos quedamos  hasta que no se escuchó más un disparo.

_ Ronal tenemos que irnos- me dijo Ruth

Ese día mi hija cumplía 11 años, fue el cumpleaños más difícil que había vivido y tómanos en familia la decisión de irnos.


Había comenzado el cambio

(Tomado de mi libro “Ciudadanos del Mundo”)

(Nota: No es un manual para los futuros emigrantes venezolanos, solo son un conjunto de historias, anécdotas y reflexiones de una familia en búsqueda de un mejor futuro)

Son Reflexiones de Medio Día
MSc. Ronal Julio Bravo Semprun
Twitter: @Reflexionesmd
Instagran: @Reflexionesmd
Santiago de Chile/Comuna San Miguel/Chile

NOTA: SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL DE ESTE ARTÍCULO SIN LA AUTORIZACIÓN DEL AUTOR

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